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sábado, 31 de diciembre de 2011

ADIOS, AÑO 2011


ADIOS, AÑO 2011

Adiós, año impar.
En mi corazón dejas clavada una espina
Entre lágrimas de sangre secas,
desprovistas de su humor,
dejas marcadas las huellas de un ayer.

Surcos profundos a modo de cañones,
estígmas originados por el deterioro
del tiempo que no perdona.
Hoy se convierten en ríos de color carmesí.

Sabes lo mucho que duele
el desprecio de la amistad,
como el frescor de una rosa
cortada en primavera.
Porque todo termina en el túnel
sin luz de tu ausencia deseada.

Solo quedan sombras de un pasado
fulminadas por un rayo imperioso,
surgido de un acontecer desconocido,
o tal vez nacido de la nada.
Misterio impenetrable.

 Mas creo que aún conservas  el recuerdo
 de un amuleto hecho de azul
 que te hace recordar y no poder olvidar.
 Es por ello por lo que urge el olvido.

 Después de oir tu verbo,
 solo me queda  el eco de mis reiterados
 deseos de concordia que insistentemente
 vienen y regresan rebotando en la bóveda
 estrellada y celestial.

 Tarde última del año que finaliza,
 y que recorre laberintos de caminos
 sin salida en mi mente y que producen
 fobias desesperadas de angustia vital
 que hacen  alzar  los brazos
 exclamando mi dolor. 

Y allí quedan eclipsados
unos ojos azules mirando hacia el cielo,
eternizados, suplicando clemencia y perdón.

Jose I. Roca H
(Derechos rrservados )
31.12.11